Así como el viento posa su leve manto sobre mi hombro, así mismo es como yo los siento, entre nosotros. Guardianes de secretos, de amores, alabanzas y cofradías, mantienen esa danza inmóvil tal cual brisa marina. La llama que hoy prenden más tarde se apaga, mas ustedes siguen ahí presentes, en la calle, en la hojarasca, en la espera del llanto de algún niño, que os llama.
Hoy, ¡Hoy, no se vayan! La tarde está fría, y yo...yo necesito mi calma.
19.11.2012 Agradecida de ustedes.
Imagina la felicidad y sencillamente ésta llega a tí. Imagina una sonrisa y ésta te hara reir.
domingo, 18 de noviembre de 2012
lunes, 5 de noviembre de 2012
La Vida
...Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas... comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío...
William Shakespeare
William Shakespeare
miércoles, 17 de octubre de 2012
Brisa
Tenue y traslucida era tu luz, pálida como la lluvia de verano, nostálgica como atardecer de domingo.
lunes, 8 de octubre de 2012
Deva
El bosque temblaba bajo sus pies, mas ella se danzaba grácil sobre la hojarasca fresca. Con el pelo alborotado, corría sin rumbo por el camino que llevaba al mar. No sé si seguía el rastro de un río ancestral, o bien era víctima de sus presentimientos, mas sólo noté en ella cierta quietud de espíritu, de quien sabe lo que espera y a donde va. Y ella danzaba... inmóvil, etérea, eterna, al son de los pasos de los árboles, al son del canto de los pájaros, con el sonido del viento, del trino del zorzal. Yo sé quien era ella, yo sé quien era yo, en un mundo perdido por la brisa de un dulce otoño primaveral.
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Me pareció tan hermoso que debía publicarlo
... ¿Quién sabe cuando podremos despabilar las velas, sentados, al pie de la ventana y hablar de ésta lúgubre e interminable noche de lluvia?
Li Shangyin
Ventisquero
Con el alma más en mano, busco a tientas la salida. Afuera llamaba la noche, a la sombra de la espina. No fue fácil ver la luz con que los pequeños astros nos bendicen de vez en cuando, pero en la espera del camino, todo tiempo pareció lejano. Ardió la tarde y el manto oscuro llenó de brisa tus recuerdos, y a la vista del ave nocturna, toda prisa fluyó lenta, sin culpa, lastimera. No me opongo a tus recuerdos, no busco en tu mente la salida de este encierro, mas es ésta noche vieja, la que no me deja de avanzar por el ventisquero.
jueves, 13 de septiembre de 2012
Para leer cuando las ganas falten
Hoy escribiré algo distinto. Resulta que estudio Biotecnología Molecular. Carrera de hermoso nombre (para los amantes de la ciencia) y no tan fácil paso. En breve, en estos dos años, he aprendido a soportar fracasos, decepciones y alegrías, y aun queda bastante de camino. Y el pensar de vez en cuando que tu futuro laboral es escaso y que tus energías no son eternas a veces es demasiado. Pero, en verdad, yo sé que lo que estoy haciendo, es lo que tuvo que ser en su momento, la decisión correcta en el momento que las hebras del destino se entrecruzaron. Y es el saber que las cosas han marchado bien hasta hora, pese a todo, es lo que me da confianza para creer que mi carrera es hermosa, y que la perseverancia es la mayor dicha del ser humano.
lunes, 3 de septiembre de 2012
Polvo
Un grito insinuante en el valle de pólvora, recuerda la razón por la cual creemos estar peleando. No es un grito de amor, no es un grito de nostalgia, es un grito agudo, que nos deja en carne viva el polvo que estamos pisando. De pronto, cesa todo, cesa... Nos miramos asombrados; ¿es esa tu vieja cara escondida detrás de un rostro fiero y huidizo? ¿tienes ojos pardos, misteriosos? ¿La señora de la esquina esconde un chiquillo detrás de sus faldas amplias rematadas por el frío y el calor? ¿Acaso estas son mis manos, tierrosas, secas? Las mismas que antes acariciaban, sembraban la tierra, daban vida... ahora están.. ¡así! Un murmullo general recorre el viejo campo, y la sorpresa abunde en estos rostros quebrados de vida. Y el llanto aflora, natural, sin prisa. Sin prisa por el tiempo, tan mal gastado hasta ahora. Veloz por las vidas dejadas al olvido. Y es todo, ahora es todo. Ahora es tiempo. Adelante, da el primer paso, avanza por el camino estrecho y deja atrás todo recuerdo. Nunca es tarde para comenzar bajo las ruinas del primer intento.
sábado, 4 de agosto de 2012
Estancia
No escribo esto porque te lo merezcas. Sólo lo hago porque yo sé que con el paso de los años querré tener un recuerdo de estos momentos.
Poco antes de las 6, la tarde comenzaba a ceder su paso al manto oscuro cubierto de luces tintineantes. Mas aun quedaba tiempo para una última mirada al verdor ya conocido, mezclado de tierra amarilla. Con el corazón en la mano, temblaba mientras se sentaba en el mismo lugar que años antes había ocupado, en otro tiempo, en otra vida. Con la vista gacha, observo la vida desde este rincón; nada nuevo que contar, nada nuevo que lamentar. La vida es un montón de sucesos pequeños que nos engrandecen, pensó con la mente fija en suelo. Una fotografía, un beso, una petición. Nada que negar, nada que vedar. Pero el tiempo avanza, inexorable, y los hechos tambalean bajo promesas que ya nadie quiere cumplir. Nadie negara el apoyo, la vida entregada, los consuelos deshechos; pero el tiempo corre y tu estas estancado en la estancia. Miro a lo lejos, vislumbro mi casa. Me llaman, me paro, me voy. Mientras desciendo por las escaleras, dejo atrás recuerdos que los sueños borraran.
Poco antes de las 6, la tarde comenzaba a ceder su paso al manto oscuro cubierto de luces tintineantes. Mas aun quedaba tiempo para una última mirada al verdor ya conocido, mezclado de tierra amarilla. Con el corazón en la mano, temblaba mientras se sentaba en el mismo lugar que años antes había ocupado, en otro tiempo, en otra vida. Con la vista gacha, observo la vida desde este rincón; nada nuevo que contar, nada nuevo que lamentar. La vida es un montón de sucesos pequeños que nos engrandecen, pensó con la mente fija en suelo. Una fotografía, un beso, una petición. Nada que negar, nada que vedar. Pero el tiempo avanza, inexorable, y los hechos tambalean bajo promesas que ya nadie quiere cumplir. Nadie negara el apoyo, la vida entregada, los consuelos deshechos; pero el tiempo corre y tu estas estancado en la estancia. Miro a lo lejos, vislumbro mi casa. Me llaman, me paro, me voy. Mientras desciendo por las escaleras, dejo atrás recuerdos que los sueños borraran.
domingo, 22 de julio de 2012
Nostalgia de invierno
Bordeando la espuma de la tarde, camino sin rumbo fijo por la calle que conduce a tu casa. ¡Cuántas veces he realizado este trecho, en tu locuaz compañía! Quizás el árbol de la esquina, relate aquellas conversaciones fervorosas de aliento, de desengaño, de vida. Mas hoy, las realizo sola, sola porque así lo he querido, desde aquella tarde en que decidí, mirarte marchar a lo lejos, mientras el invierno caía. No es provecho quejarme, de aquello que elegí en mi más tenaz melancolía, pero esta tarde es particularmente triste, sin ti, sin tu alegría. ¿Cómo avanzar dejando tras mi, tu estela marchita? Aquel sol me vio elegir mi independencia, al tiempo que tu elegías mi compañía. ¿Compañeros? Preguntaste, con la sonrisa en tus ojos, mas sabias la respuesta, en el brillo de mis pupilas. Hoy, te extraño, como ayer, como ese día, pero sé que no regresarás a pedir un poco de lo que te correspondía.
viernes, 16 de marzo de 2012
Confianza
A la vista del luminoso camino confió en tu capacidad de elegir. No sé qué sería de mí si no estuvieras acá para elegir por mí. La vida ya es lo demasiada dura para que al terminarse esperen que uno tenga la mente lo suficientemente fría para elegir el camino correcto; además de que si nunca, o vagamente, lo hiciste durante tu estadía en la tierra, ¿Por qué precisamente ahora deberíamos ser capaces de hacer lo adecuado? Por eso, soy una eterna (literalmente) agradecida de ti. Yo sé que tu sabes dónde queda el paraíso que me hablaron cuando niña, los ángeles del olvido que deseo volver a ver, para recuperar ese conocimiento universal que busque en mi vida terrenal, los jardines donde corre mi cachorro negro, la casa de campo de los abuelos, la gente buena que ya no está. Aun no me has mirado… quizá en tus ojos haya cambiado el brillo diáfano que en mis recuerdos habitaba. La luz es más traslucida acá, en esta parte del recorrido, la guardare en mi reminiscencia un momento, para no olvidarla. Hay muchas partes del camino que no quiero olvidar… no quiero olvidar.
jueves, 15 de marzo de 2012
Sillón rojo
Un sillón rojo al borde de la linea férrea. ¿Qué haría un sillón en perfecto estado al borde del ferrocarril? Aunque fue breve el momento en que yo, como pasajera del tren, lo vi, no pude menos que sentir curiosidad sobre su misión en la vida. Sería acaso, la de mirar el correr del viento entre los vagones de cuanto tren tropezara por aquel camino. O sería el asiento de millones de insectos que en él se adentraban a protegerse del ruido del motor. O alguien lo olvidó e intenta que lo vuelvan a encontrar. Aunque, sólo quizás, alguien lo dejo esperando mientras corría a perseguir el tren.
Raíces al descubierto
Mientras caminaba hacia el metro, vi un árbol con sus raíces al descubierto, pisadas millones de veces y envueltas en tierra suelta. Imagine que es lo que sentiría el árbol al ver sus raíces frente al escrutinio publico. Pensé de que sería de nosotros si nuestros miedos y añoranzas más profundas, se vieran sometidas al juicio publico, mas en medio de mi análisis, tropecé con una de esas raíces y casi caigo. Analogía, quizás, de andar pensando que los árboles tienen sentimientos al borde de la calle.
Confesión
Iba escribiendo en su cuaderno algunos versos silenciosos sobre ocurrencias del día, para que las vicisitudes del día no hiciesen merma en tan elaborados sentimientos. Sabía que el sol le daba de frente, iluminando su rostro y cabello, quien a la luz del astro rey, aumentaba algunos niveles de claridad (sonrío, coqueta). Se limitaba a escribir y de vez en cuando poner atención a la canción hippie que estaba escuchando. Sabía que él, en ese momento, la miraba. Quizás, por eso, estaba escribiendo. Más allá de la necesidad antes nombrada, había un dejo de capricho en su actitud de jovencita intelectual. Ya le había puesto el ojo cuando subió un par de estaciones más atrás. Él no la miró, sólo se sentó un para de asientos más allá y durmió con la boca abierta, pero eso no fue obstáculo para que su manera de joven de campo aristocrático tuviera menos importancia para aquellos ojos inocentes de verdad. Por eso, pensó, miraré en su dirección, tal como que miró el paisaje de su ventana. Él la miraba... se sonrío y enrojeció un momento, apartando la vista apresuradamente. Volvió a repetir el gesto, mas él estaba pendiente de la ventana. La estación destino llegaba, él se paro en seco a la puerta. Ella bajo la vista, quizá tenía prisa en llegar a su casa. Y mientras tomaba sus cosas, pensó que mejor así, la vida ya es complicada para pensar en amores de trenes, aunque la fantasía de su mente ya volara en una que otra añoranza de un mundo paralelo.
jueves, 23 de febrero de 2012
Tiempo
Tiempo para pensar,
Tiempo para actuar,
Tiempo para escuchar,
Tiempo para soñar.
Tiempo es lo que quiero,
para verte descansar,
que los momentos pasen suaves,
como olas en la mar.
El tiempo todo cura,
tiempo, ¿crees ser Dios?
tiempo, sólo te pidas,
anda más lento, por favor.
Si la vida es tan corta, ¿por qué la medimos?
Tiempo para actuar,
Tiempo para escuchar,
Tiempo para soñar.
Tiempo es lo que quiero,
para verte descansar,
que los momentos pasen suaves,
como olas en la mar.
El tiempo todo cura,
tiempo, ¿crees ser Dios?
tiempo, sólo te pidas,
anda más lento, por favor.
Si la vida es tan corta, ¿por qué la medimos?
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